Cojo el cuchillo sin pensármelo y Chanyeol se echa la mochila al hombro, me agarra el brazo bueno y me lleva tras una pila de cajas cercanas a la puerta. Se pone un dedo en los labios, indicándome que guarde silencio. Como si fuera a gritarles donde estamos, pienso irónico. Se abre la puerta de un fuerte golpe y cruzan el umbral dos chicos, uno de ellos con una gran arma apoyada sobre el hombro. Noto mi boca secándose y trago la poca saliva que me queda, intento calmar mi respiración, siento la muerte cerca. Chanyeol me sujeta la mano con fuerza y le devuelvo el apretón, está intentando calmarme, decirme que saldremos vivos, ojalá estuviera tan seguro como él. Los dos chicos están a un metro de nosotros, si miraran hacia aquí nos descubrirían, pero están mirando al frente, mirando con detenimiento las cajas abiertas y los papeles esparcidos por todas partes. Con un poco de suerte pensarían que todo estaba así desde el principio.
- ¡Mira, Sehun! Una flecha, y un rastro de sangre. – ¡Mierda la flecha, se me había olvidado cogerla! El que tiene más cara infantil se acerca al sofá y coge la flecha que dejó tirada Chanyeol horas atrás.
- No puede estar muy lejos.
- Tal vez no tengamos que preocuparnos si anda herido, ya se morirá solito. – dice mientras le entrega la flecha a su compañero.
- No me confundas con el idiota de Kai. Es demasiado confiado, para asegurarte de que se muere debes verlo morir. Ni siquiera sabe disparar una flecha y que acierte en el blanco. – sus ojos fríos y calculadores observan la saeta con detenimiento.
- Creo que la arquera es su compañera no él. – contesta el joven sonriendo.
- Tanto da, si me los encuentro los mataré a ambos.
- ¡Hey! ¿Que coño hacéis ahí arriba? ¡No hay tiempo para arrumacos, parejita! – la voz se oye desde abajo y provoca varias risas nerviosas, son más de los que parecen y eso hace que me inquiete más aún.
- Como vuelva a insinuar algo me lo cargo. No soporto a este tío. – Sehun lanza lejos la flecha y baja, seguido de su amigo.
Cuando se encuentran con sus aliados empiezan a conversar, no entiendo lo que dicen, pero rezo por que desistan y se vayan pronto. Me doy cuenta de que me sudan las manos, pero no suelto a Chanyeol. Éste me mira, su mirada es tranquilizadora, y oigo la puerta del exterior ¡Se marchan! Casi salto de la alegría, escucho sus murmullos cesar, estamos a salvo. Entonces alguien dice algo. ¿Qué ha dicho? Me da un vuelco el corazón y presiento que no es nada bueno.
- ¿Chicos, me estáis escuchando? He dicho que por qué no nos quedamos aquí. Es un sitio perfecto para esconderse, y a lo mejor el bobo vuelve.
Doy por hecho que el bobo soy yo. Miro a mi lado, Chanyeol tiene la mirada perdida, no dice absolutamente nada, no reacciona pero está concentrado, como si estuviera a punto de conseguir la llave maestra para salir de aquí. Vuelven a escucharse pasos, están de acuerdo con quedarse y me derrumbo del todo, ya no hay escapatoria.
- Sehun, tú y Luhan quedaos aquí mientras buscamos algún idiota perdido más.
- Por supuesto, mi capitán – su tono es sarcástico, pero obedece.
Se escucha la puerta cerrarse de un portazo y de nuevo pasos subiendo, vuelven a estar aquí arriba los mismos chicos de antes. El que tiene el arma se sienta en el sofá y la deja en el suelo. Si pudiera cogerla los tendría a mi merced, pero esta muy lejos.
- Estúpido Kris, se cree que voy a hacer todo lo que dice como si fuera mi jefe. En cuanto pueda me los cargo a todos.
- A todos menos a mi, ¿verdad? – dice con voz dulce quién se llama Luhan, que se sienta su lado.
- Ya sabes que sí.- su tono de voz se dulcifica un tanto. - Pero solo puede quedar uno, si te mueres es tu problema. – añade con indiferencia.
- ¡No te preocupes Hunnie, no me dejaré matar! – Ahogo una risa al oír como lo ha llamado, no le pega para nada.
- ¡Te he dicho mil veces que no me llames así!
Chanyeol llama mi atención, parece que ya tiene un plan. Por señas me indica que tiremos la pila de cajas hacia ellos y que después le quitaremos el arma y huiremos de allí. Un buen plan, en teoría; de la práctica no estaba tan convencido. Me mira y yo asiento confirmándolo. Estoy tan en tensión que siento como la herida vuelve a las andadas, me aparto el dolor de la cabeza no pienso permitir que esto salga mal. Chanyeol hace la cuenta atrás con los dedos. Tres, dos, uno. Empujo las cajas con toda la fuerza que soy capaz. Sehun y Luhan saltan del sofá, sorprendidos, pero soy más rápido y logro hacerme con el arma, aunque a costa de un horrible dolor en el hombro. Intento levantarla del suelo, pero pesa más de lo que pensaba, es la primera vez que cojo un arma de fuego y, francamente, nunca pensé que lo haría. Cuando logro sostenerla en alto, noto el frío del negro metal recorriéndome los dedos, me siento poderoso e intimidado a la vez. Apunto hacia Sehun sin pensármelo, esperando que no note mi inexperiencia y el hecho de que no tengo ni idea de cómo se dispara esta cosa. Él y Luhan no se mueven lo más mínimo al vernos, parecen no tener intención de atacar, por supuesto, soy yo quien tiene el arma. Me muevo lentamente hacia la salida, esperando a Chanyeol para salir corriendo sin embargo éste se acerca a los otros dos.
- No tenéis porqué hacer esto. Podemos salir vivos de aquí si colaboramos. – ¡Está intentando razonar con ellos!, sin duda alguna está completamente loco.
- ¿Te crees nuestro salvador, grandullón? – Sehun le lanzó una mirada fría y escrutadora.
- Os he escuchado, jamás os matarías entre vosotros, ¿verdad? Podemos impedir que tengáis que hacerlo. – su voz sonaba suplicante, yo ya no estaba tan seguro de su plan maestro para rescatarnos.
- Escuchar a escondidas está mal, sabes. ¿No te lo dijo nunca tu mami?
Chanyeol duda un momento, pero luego contesta.
- Mi madre está muerta.
No puedo evitar sorprenderme por esta respuesta, parece haber cogido por sorpresa hasta a nuestros atacantes. Seguramente la muerte de su madre provocó esa idea suicida de salvar a todo el mundo de las garras de la muerte.
- Interesante. Y ahora, ¿os vais a marchar o esperareis a que vengan nuestros compañeros? Sinceramente, no tengo ganas de limpiar vuestra sangre del suelo.
- ¿Vas a dejarnos ir sin oponer resistencia? – intervengo intrigado por su comportamiento.
- Eres tu quien tiene el arma, aunque dudo mucho que sepas utilizarla, prefiero no arriesgarme. Necesito ganar los juegos.
- Entonces venid con nosotros. – Insistió Chanyeol.- Podemos salvarnos, si cooperamos.
Miro a Sehun, quién a su vez observa a mi compañero. No logro descifrar su expresión pero en su mirada logro ver la crueldad de alguien que ha sido criado para matar, y siento por él más pena que miedo. Me doy cuenta de que Luhan ha desaparecido. ¿Cuándo se ha movido? Sehun muestra una sonrisa felina y noto como su escurridizo compañero me da un codazo en el hombro malherido. No puedo evitar soltar un grito mientras el arma se me escurre de entre los dedos y Luhan la coge antes de que pueda impedirlo. Chanyeol corre a socorrerme antes de que me caiga al suelo y me apoyo en él. Ahora si que no tenemos ninguna oportunidad de salvarnos. Sehun nos mira como si intentara decirnos algo pero no estuviera totalmente seguro y Luhan está a su lado apuntando hacia nosotros.
- Marchaos. – La voz del joven suena quebrada, pero lo que nos dice me deja atónito. – Pero, con una condición…
- Lo que sea. –Dice Chanyeol aún sujetándome por la cintura.
- La chica de mi distrito murió al iniciar los juegos. Quiero que averigüéis quién la mató y me lo digáis. Era pelirroja y de cabello ondulado. - ¿QUÉ? No me lo puedo creer. Lo miro fijamente, hasta su compañero lo observa intrigado, como si el tampoco supiera que estaba pasando.
- Si lo hacemos, ¿Me escucharás después? Tengo un plan y…
- Si lo hacéis, os estaré dando una oportunidad de sobrevivir por el momento. Lo que pase después no es de mi incumbencia. – le cortó a Chanyeol autoritariamente. – Ahora largo de aquí antes de que cambie de opinión y os vuele los sesos.
@crispiisdemiel
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